Por la memoria de nuestres abueles y padres inmigrantes.


Por la memoria de nuestres abueles y padres inmigrantes.

Le abuele un día cuando era muy joven allá en su Europa miró el horizonte y pensó que otra senda tal vez existía.
Y al viento del norte que era un viejo amigo, 
le habló de su prisa, le mostró sus manos que mansas y fuertes, estaban vacías, y el viento le dijo: ""Construye tu vida detrás de los mares, allende tu España, allende tu Italia"".
le abuele un día en un viejo barco se marchó de España.
Le abuele un día, como tantos otres, con tanta esperanza partió de su Italia.
La imagen querida de su vieja aldea y de sus montañas se llevó grabada muy dentro del  alma, cuando el viejo barco 
le alejó de España, le sacó de Italia.-
Un grupo de polítiques, liderades por un conocide polítique, han dicho que les que bajaron de los barcos hace poco más de 100 años, lo hicieron muertos de hambreSeñore Lider del partido, no denigre la decisión de aquellas personas.
Yo le digo al señor Pizarro. Usted con sus comentarios a dado a entender que, haber venido con las ilusiones de quien quiere salir de una situación de angustia, de países arrasados por guerras y calamidades,
les convirtiera en seres despreciables o inferiores a les que hay que reprocharles la desición y valentía que tuvieron para empezar una nueva vida en otra nación. Hubieron para ellesotres gobernantes argentines que sí hicieron honor a la denominación argentine permitiéndoles alcanzar el sueño que elles trajeron.

Eses a quienes Usted les llama muertes de hambre fueron nuestres abueles, que no sólo vinieron para saciar su hambre, sino que lo hicieron sin buscar que les alimentaran gratuitamente con las limosnas dadas a les pobres, hoy llamadas por Usted planes, que no son planes para trabajar, sino, para mantener a sus beneficiarios en la dependencia de la pobreza y así canjearlos por votos que le aseguran mantenerse en el poder y en su enriquecimiento vergonzoso.

Eses muertes de hambre, señore, fueron quienes hicieron rica nuestra patria hasta alcanzar el 6º lugar en el mundo.

Eses muertes de hambre, señore, clavaron el arado por primera vez en la mayor parte de la tierra argentina para hacerla el granero del mundo.

Eses muertes de hambre, señore, iban a trabajar llevando un pan, dos cebollas y medio litro de vino, para poder ahorrar lo suficiente y así poder traer a sus hijes y compartir esta bendita tierra.

Eses muertes de hambre, señore, amaron esta tierra como Usted ni siquiera puede imaginar, sembraron en ella no sólo el trigo, sino que le dieron muches hijes y nietes, que hoy somos esa clase media que Usted desprecia, y eses hijes y nietes aprendimos que la dignidad del humano comienza con el trabajo, porque significa cumplir el mandato bíblico "ganarás el pan con el sudor de tu frente".

Claro, que algunos de 
eses hijes se dedicaron, como Usted, a trabajar prestando plata con usura y apoderándose de los bienes de quienes no podían pagar sus deudas, lo que sí les convirtió en muertes de hambre.

Por todo est
o señor, su desprecio a nuestres abueles, les que hicieron la Argentina próspera, la Argentina del trabajo en paz, en la que la gente se quería y se sentaba por las tardes en la puerta de su casa, con la seguridad de que nada alteraría su descanso luego del trabajo honesto, y mandaban a sus hijes a la escuela y la universidad gratuita, para que elles pudieran llegar a estar en esa clase media despreciada por usted, ese desprecio, lo digo señor, es el desprecio a lo más rico y generoso que puede ostentar nuestra patria: ese humane simple, que no es revolucionarie con las armas que matan, sino con las herramientas que producen vida.

Usted señor, es multimillonarie,  rique (rico/a) con infinidad de propiedades y riques son también sus amigues-súbdites del gobierno, que nos tildan como les "acaudalades laburantes de la clase media"  pero somos les que pagamos sus lujos y caprichos, como los buenos vestidos. Como si no tuviésemos al menos la pobre libertad de vestirnos decentemente.
Estamos indignades señore, ya no porque nos ofenda como lo hace habitualmente, sino porque ha ofendido a nuestres padres y a nuestres abueles, eses humanes honestes a los que usted debería rendir homenaje renunciando a su soberbia y a su pretendida ilusión de perpetuarse en el poder, y ofreciendo su fortuna a la proclamada y no cumplida distribución de la riqueza.

Un consejo 
señor: desde hoy guarde luto por las ofensas que ha inferido al pueblo argentino, en especial a nuestres ancestres y a sus descendientes, la clase media. Y llore, sí llore de tristeza verdadera por el daño que le está haciendo a la sociedad argentina, a la que ha dividido como nunca lo estuvo en su historia.

Llore 
señor, llore mucho y váyase al exilio lejano, que será el lugar donde quizá encuentre el olvido de todes les argentines de bien aunque allí gaste la fortuna que comenzaron sus ancestres.

Firmado: 
LE CIUDADANE DE CLASE MEDIA, que dejó un momento su trabajo, para defender el honor de mis abueles, eses muertes de hambre que bajaron de los barcos, para hacer la patria grande que hoy estamos perdiendo.




OBSERVACIONES.-

Le abuele un día, como tantos otros, con tanta esperanza partió de su Italia.
La imagen querida de su vieja aldea y de sus montañas se llevó grabada muy dentro del alma, cuando el viejo barco
 le alejó de España, le sacó de Italia.

-Según la gramática española, el pronombre “le” es para el masculino de la tercera persona. Le alejó, le sacó….
Pero en la práctica, muchísimas personas usan el “lo”, refiriéndose al masculino, siendo gramaticalmente el pronombre “lo” para el neutro de la tercera persona.
Pero para lograr escribir el neutro con mi  propuesta, abría que cambiar el uso estipulado para los pronombres “el” y para “lo”.
Si usamos la frase: Le abuele un día salió……. entonces "Le" no sería masculino ni femenino, sería neutro.
En la frase “el barco le alejó”... habría que considerar “le” como pronombre del género neutro
y otorgar el pronombre “lo/la” para determinar el masculino o femenino: el barco lo/la alejó de España.

Eses a quienes lé, llama muertes de hambre... el "lé" sería el pronombre neutro y reemplaza a él/ella. La frase original seria: Esos a quienes él/ella llama muertos de hambre.

Eses a quienes lé, llama muertes de hambre... aqui se observa un conflicto con el sustantivo “el muerto” o “los  muertos”. Utilizando el neutro seria “le muerte” o  “les muertes”. Estos dos últimos coinciden con “la muerte” y con “las muertes”.
la solución que yo planteo seria: Colocar siempre el artículo “le”:
Eses a quienes lé, llama les muertes de hambre... de esta manera se diferenciaría de: Esos a quienes lé, llama los muertos de hambre...

La frase: Usted le hace daño... es una frase neutra ya que "Usted" no determina si es del género masculino o femenino.

...lo hicieron muertos de hambre,.. aqui esta frase se refiere a "hacer algo" (hacerlo) y una frase completa como ejemplo seria asi: Ellos bajaron del barco, lo hicieron (bajaron) con hambre. Aqui el artículo "lo" se refiere a "algo, a una acción".

Señore Lider del partido. En esta frase, “Señore” seria el neutro de señores o de señoras escrito en plural.








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